Para este 2023 Año nuevo, vida nueva y nueva dieta. Cada principio de año tenemos nuevos objetivos. Las dietas para adelgazar o llevar un estilo de vida más saludable copan, como es habitual, la lista de intenciones.
Entre las dietas más destacadas para este 2023 es la siguiente: la dieta flexitariana. La revista ACSM Health & Fitness Journal establece las tendencias de estilo de vida que rigen cada año, en base a la opinión de unos 3.700 expertos en bienestar. Estos lo tienen claro y advierten de que el ‘flexitarianismo’ viene pisando fuerte y va a ser jugar un importante papel en este recién inaugurado año.
¿En qué consiste la dieta flexitariana?
El adjetivo «flexitariano» surge de la combinación de dos términos: «flexible» y «vegetariano». Como es fácil de suponer, esta dieta apuesta por una alimentación mayormente vegetariana (es decir, a base de frutas, verduras y alimentos de origen animal como huevos o leche), aunque permitiendo ocasionalmente el consumo de carne y pescado.
Con el auge de la preocupación por la salud y por el medioambiente, esta opción alimenticia ha ido adquiriendo popularidad hasta obtener más búsquedas en Google 2022 que «dieta vegetariana».
Uno de los puntos fuertes del llamado «flexitarianismo» es su sencillez. Huye de absolutismos y rompecabezas. No hace falta reinventar la cocina o hacer un cambio total de alimentación. Basta con ir reduciendo de forma progresiva las raciones de carne y pescado, hasta lograr el nivel con el que uno esté a gusto. Aunque se trata de que cada establezca sus límites, la tendencia habitual es limitar el consumo de este tipo de productos a una o dos veces a la semana.
¿Es recomendable ser flexitariano?
La mayoría de las personas se ponen como objetivo una dieta saludable como la vegetariana pero es muy difícil huir totalmente de la injesta de carne.
Al ser flexible, hay menos posibilidades de tener déficit y de hacerla mal».
De hecho, invita a reducir su consumo, pues apunta a que en las sociedades occidentales se abusa de la proteína animal: «Nuestro cuerpo no necesita tanta», incide. Son muchas las voces que vienen recomendando reducir el consumo de carne y pescado, en especial, los productos ultraprocesados, como pueden ser los embutidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), tras varios estudios internacionales, incluyó en 2015 a la carne roja como grupo alimenticio «probablemente carcinógeno para los humanos (en el grupo 2A)». A ello se le suma el impacto medioambiental de la producción cárnica. Varios estudios científicos sitúan la industria cárnica como una de las más contaminantes.