Involucrar a los niños en actividades culinarias junto a sus padres no solo les ayuda a desarrollar una relación positiva con la comida, sino que también les enseña la importancia del trabajo en equipo y la paciencia.
Experiencias sensoriales en la cocina
Cocinar con sus padres permite a los niños explorar texturas, sabores y aromas que estimulan sus sentidos, según Cristina Bisbal Delgado en Madrid, el 16 de julio de 2024.
Fomentando la colaboración familiar
En 2022, Ana Sancho y Noelia Terrer resaltaron la importancia de repartir las tareas del hogar en su libro Tareas compartidas, familia feliz. “Es beneficioso que los niños participen en las tareas domésticas, ya que les hace sentir importantes y les ayuda a desarrollar habilidades. Además, fomenta su autonomía, lo que impacta positivamente en su autoestima y seguridad”, afirma Blanca Santos Giménez, psicóloga infantojuvenil y directora de Azul Psicoterapia.
Beneficios de la cocina para los niños
Blanca Santos destaca que las tareas en la cocina son particularmente gratificantes y beneficiosas, ya que los niños se familiarizan con los alimentos y disfrutan de su preparación. Esto contribuye a una relación saludable con la comida, permitiéndoles probar y descubrir nuevos sabores de manera divertida. “Un entorno positivo alrededor de la comida enriquece la experiencia tanto física como emocionalmente”, señala Santos.
Aprendizaje práctico en la cocina
Rosa Mª Nieves, directora de la escuela de cocina para niños Kitchen Academy, subraya que la cocina es una herramienta perfecta para el aprendizaje experiencial. Participar en la cocina enseña a los niños sobre el trabajo en equipo, el respeto por los gustos ajenos y propios, y fomenta la paciencia, la tolerancia y el orden.
Desarrollo de habilidades neuropsicológicas
Nieves añade que cocinar desarrolla funciones ejecutivas, planificación, atención, memoria de trabajo y psicomotricidad fina. Santos explica que los niños también descubren texturas, sabores y olores que estimulan su percepción sensorial. Además, aprender a cocinar les enseña a ser cuidadosos y les introduce a diversas culturas y tradiciones, e incluso les permite practicar matemáticas al calcular los ingredientes.
Introduciendo a los niños en la cocina
Para animar a los niños a participar en la cocina, es fundamental que vean a sus padres cocinar. Santos sugiere llevar a los niños al mercado, consultar libros de recetas juntos y asistir a talleres de cocina. También recomienda comenzar con tareas básicas y adaptarlas a su edad a medida que crecen, como lavar alimentos y organizar utensilios desde los dos años, y cortar ingredientes a partir de los tres o cinco años.
Seguridad en la cocina
Nieves asegura que la cocina no tiene más riesgos que otras actividades infantiles. La clave es conocer y prevenir riesgos como cortes, quemaduras y contaminación alimentaria. Comenzar con recetas de repostería puede ser una buena idea, ya que a los niños les gustan y estas tareas son seguras y fáciles de realizar, siempre bajo la supervisión de un adulto.
Testimonios de experiencias positivas
Angie López recuerda cómo cocinaba con su hija Hanna desde los seis años, comenzando con bizcochos y avanzando a recetas más complejas. Ahora, Hanna maneja cualquier receta con seguridad, lo que le ha sido útil durante su Erasmus. Nieves insiste en la importancia de establecer normas claras y permitir que los niños participen activamente, incluso en tareas que pueden parecer peligrosas, para superar el miedo de los padres a posibles accidentes.