El aumento de las capturas de gambas en la Costa del Sol se atribuye a la combinación de varios factores, según expertos de la Universidad de Málaga y líderes del sector pesquero local. La sequía ha llevado a un hito importante: el vertido cero de aguas residuales al mar en muchas áreas costeras, gracias al uso de agua reciclada en la agricultura, alimentada por depuradoras locales. Esta mejora en la calidad del agua ha impulsado la proliferación de especies como las gambas.
El cambio climático también desempeña un papel crucial. El invierno cálido registrado en Málaga ha favorecido ciertas especies marinas, aunque ha afectado negativamente a otras, como los mejillones y algunas almejas.
El Dr. Francisco Franco, experto en Ciencias del Litoral, destaca la importancia del vertido cero para la salud de los ecosistemas marinos y el beneficio que ha supuesto el uso de agua reciclada en la agricultura durante la sequía.
Además, se observa una mejora ambiental, especialmente en la temperatura media del agua del mar, lo que podría favorecer la recuperación de praderas marinas como la posidonia oceánica. Proyectos como la Senda Azul, respaldada por la Diputación de Málaga, buscan impulsar estas mejoras medioambientales.
Los pescadores en el puerto de Caleta de Vélez también confirman los beneficios del vertido cero, notando una mayor abundancia de especies como las gambas. Sin embargo, señalan que el cambio climático también está afectando a algunas especies de moluscos, que podrían buscar aguas más frías en el futuro.